En la pequeña habitación las cosas se amontonan,
la ropa que le cubre para el mundo y el día.
Una sábana apenas vela su sueño en la penumbra, y toco
un cuerpo que aún mantiene las huellas del amor.
Indefenso a mis ojos, con el temblor del frío matutino,
busca calor, y gime, y se aferra a mi piel.
Dos cortinas ajadas filtran la luz escasa
en la pereza inhóspita del despertar.
del escritor Jenaro Talens
No hay comentarios:
Publicar un comentario